martes, 2 de septiembre de 2008

Conducta de las fluctuaciones clásicas

En la figura se observan dos situaciones diferentes: una en que la magnitud física oscila al azar de manera muy brusca. Otra en que las fluctuaciones son mucho menores y los valores tienden a moverse en torno a una línea invisible: es el valor en equilibrio.

En general, el tamaño de esas oscilaciones depende de la cantidad de eventos involucrados. Esos eventos pueden ser de características muy diferentes, por ejemplo: puede tratarse de moléculas encerradas en un recipiente, de fotones detectados en una pantalla con compuesto de fósforo, etcétera.

En las fluctuaciones clásicas, llamadas así porque no se consideran los efectos cuánticos, las fluctuaciones son del orden de la raíz cuadrada del número de eventos involucrados elevado a la potencia -1. Por ejemplo, tratándose de un gase encerrado en un pequeño recipiente, las fluctuaciones termodinámicas son del orden de 3x10-10

La pequeñez de este número hace que sea prácticamente indetectable con instrumentos de medida útiles en aplicaciones genéricas. Eso no quiere decir que las fluctuaciones aleatorias carecen de importancia.

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